jueves, 23 de diciembre de 2010

¡Felices Fiestas!

La Navidad ya ha llegado a Langreo y los adornos y luces decoran distintos puntos de nuestro municipio. Durante estos días Casa Cuca se ha convertido en un enorme regalo navideño y en la plaza del ayuntamiento disponemos de un buzón en el que poder dejar nuestras cartas a los Reyes Magos.

Son días de reencuentros con amigos y familiares; también de descanso para muchos, incluído Maldito Karma, que volverá después de Reyes. Aprovecharé ese tiempo para poder llevar a cabo algunas "mejoras" y preparar algunas entradas y secciones.

Traigo, a modo de felicitación, este villancico de Victor Manuel que encontré trasteando en youtube.


¡Felices Fiestas!

domingo, 19 de diciembre de 2010

Círculos de Tiza

Javier García Cellino abandonó momentaneamente la poesía para probar suerte con la novela ¡y la tuvo! Con Circulos de tiza ganó en 2008 el premio Letras Cortas que convoca Septem ediciones. Envuelto en el formato de una novela policiaca, nos permite dar un vistazo a la realidad pasada y presente del concejo.

La novela, que comienza de forma un tanto abrupta,(nos introduce de golpe en la escena), no sigue un orden cronológico. La primera parte (a la que llama sencillamente UNO) transcurre en unos pocos días; no sabemos el año exacto pero podemos deducir que sea hacia 1979-80- Aquí nos explica los motivos por los que Julio Colinas, el protagonista llega a la comisaria de Nalón, ciudad en la que vivió de niño.

En la segunda (DOS), hay un salto atrás en el tiempo, hacia los años 50. Julio recuerda su infancia: la llegada a Nalón, el primer día de colegio, los amigos y su juego preferido -policías y ladrones -, el primero de mayo. Esta parte acaba con la muerte de su padre. Estos recuerdos tendrán mucho que ver con la investigación que tendrá que llevar a cabo nuestro protagonista.

En TRES (la última parte, con el mismo número de hojas que la suma de las dos anteriores)– , han transcurrido 18 años desde los sucesos de la primera parte. Es aquí donde realmente ocurren los hechos sobre los que gira la novela –la aparición de un cadaver descuartizado en el vertedero municipal y la investigación que Julio Colinas, comisario accidental, tendrá que llevar a cabo. Todo ello en un lapso de tiempo no superior a una semana.

El autor juega muy habilmente con los diferentes planos temporales, coincidentes con las tres partes del libro –independientes pero complementarias. Donde creo que el libro falla un poco es en la resolución de la investigación; el caso se resuelve algo precipitadamente.Se me ocurre que pudo tener que ver en ello la brevedad obligada de la novela (recordemos que el premio se llama Letras Cortas).

Ese mismo juego de contraposición y complamentariedad de la que he hablado, se da en otro aspecto de la obra; la que tiene de reflejo (y crítica o reflexión) de la situación del concejo y las cuencas mineras.

La parte II no habla solo de la infancia de Julio sino que a través de sus recuerdos podemos conocer el concejo en los años 50. La afluencia de inmigrantes que venían en busca de trabajo; el problema de la vivienda; la insalubridad de uno de los ríos que atravesaba la Felguera; el sistema de compra –mediante el fiado-para la mayoría de las personas y la crudeza del trabajo en la mina o la maldición de los accidentes mortales.

En la última parte plantea los problemas que atraviesan las cuencas en la actualidad: la falta de trabajo; no existe tejido industrial que sustituya a las grandes empresas siderúrgicas y mineras. Ahora son los de aquí los que tienen que irse; se cuestionan las prejubilaciones. El discurso de inauguración del hotel rural es una buena síntesis de lo que debería ser la dirección a seguir. Pero además, aquí va oponiendo los recuerdos que ha evocado a los momentos y actos que lleva a cabo. Todo ello de forma sutil y sin que en ningún momento resulte forzado.

Me pareció una novela muy bien estructurada que hubiera mejorado si la resolución del caso hubiera sido algo más pausada. Es además un buen retrato de la situación de las cuencas en la actualidad.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Un poco más sobre los quioscos de la música

Los arquitectos Jose Ramón Fernández Molina y Juan González Moriyón en su obra La arquitectura del hierro en Asturias. “13 mercados y otros edificios urbanos” dicen lo siguiente sobre los quioscos de Aviles y Langreo:


Un caso singular será el kiosco de la música de Avilés, construido en el Parque del Muelle de la villa (…) La bibliografía histórica fecha su construcción en 1894, reproduciéndose fotográficamente por Octavio Bellmunt en “Asturias” en 1895, siendo su autor Federico Ureña. Este kiosco, junto con el de la Felguera,será el más espectacular de los construidos en Asturias. En ellos se concentrarán el exotismo, la complejidad y los efectos sorprendentes propios de las ideas románticas. Ambos kioscos lograrán superponer a la habitual planta octogonal unas cubiertas fragmentadas en varios cuerpos en las que la cúpula central adquiere todo el protagonismo y que, en el caso de Avilés, se completará con pináculos y tirantes de gran complejidad formal. Esta profusión decorativa se continuará en los capiteles de las columnas y en la elegante rejería de la barandilla.

El kiosco de La Felguera antes citado tiene claras relaciones con el de Sama, situado en el Parque Dorado de esta villa. Según indica Antonio Ramón Felgueroso Durán el alcalde de Langreo Antonio María Dorado contrata, en 1903, como arquitecto municipal a Manuel del Busto con la misión de dirigir las obras del parque de Sama. Este hecho parece poner fuera de duda que sea este arquitecto el autor del proyecto del kiosco de Sama y posiblemente también del de La Felguera. En los dos proyectos, la proximidad a la estética modernista y secesionista en aquellos años de Manuel del busto se hará presente en la original y exquisita forma de diseñar las columnas. El arquitecto evitará utilizar la tradicional columna de fundición más o menos decorada y se embarcará en una compleja aventura de diseño, donde perfiles livianos se unirán mediante roblones y piezas singulares que lograrán la rigidez e inerecia exigida a los apoyos. La elegancia del diseño se mantendrá en las vigas que unen las columnas y explotará en la exuberancia formal d elas ménsulas que apoyan la visera del kiosco de Sama.


(En la imagen, el quiosco de la música de La Felguera)

martes, 7 de diciembre de 2010

Arquitectura del hierro: Quioscos de música

Había pensado traer al blog algunas de las obras que los arquitectos que trabajaron en Langreo hicieron fuera del concejo. Luego, de forma casual, surgió la idea de incluir también ejemplos de edificios o construcciones que se corresponden con algunos de los que podemos encontrar aquí y que localizo en mis viajes o desplazamientos.





Hoy traigo otros dos quioscos de música. El primero de ellos está emplazado en el Jardim da Estrela, en Lisboa. Me llamó la atención que tuviera dos escalinatas de acceso frente a los de aquí, que tan solo tienen una. También me pareció una construcción más ligera que las nuestras.
Este coreto es el más antiguo de Lisboa, fue inaugurado en 1896 y restaurado en 1987. Fue diseñado por Jose Luis Monteiro






En el parque del muelle de Aviles, hay otro quiosco de la música que guarda un mayor parecido con los que se encuentran en el concejo, en el parque Dorado (Sama) y Dolores F.Duro (La Felguera), respectivamente. También de estilo modernista, como los de Langreo, su construcción es anterior.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Santa Bárbara bendita, patrona de los mineros

El 4 de diciembre, día de Santa Bárbara, patrona de los mineros, era una fecha casi festiva en las cuencas. Poco a poco, el cierre de pozos y la reconversión minera han hecho que esa festividad se vaya diluyendo hasta casi desaparecer.

Maldito Karma quiere contribuir a recordar esa fecha. Para ello recurro a la música; pero en lugar del Santa Bárbara Bendita, himno por excelencia de los mineros, traigo dos viejas canciones de Victor Manuel que también están relacionadas con el mundo de la mina:

El Abuelo Victor




La planta 14



Porque la historia está en todas partes, también en las canciones