Si fueron de los que asistieron a la representación, habrán disfrutado y se habran reído tanto como yo. En caso contrario, les recomiendo que tomen nota del grupo y que si tienen ocasión, vayan a verlos.
Los actores no se limitaron a estar en el escenario sino que se movieron por el patio de butacas, e hicieron partícipes a los espectadores de la obra, a quienes nos ganaron casi desde el principio de la actuación.
Los textos y autores del siglo de oro elegidos (Quevedo, Lope, Gongora, Santa Teresa, Shakespeare o Cervantes) son facilmente identificables por cualquiera, sin necesidad de tener conocimientos especializados. En su relación con el siglo de Ahora supieron dar cabida a algunos guiños a Langreo.
En la linea de compañías como Yllana (que tambíen participado en ediciones anteriores) nos ofrecieron una obra divertida, con humor inteligente y sin cabida para el chiste grueso o la zafiedad –algo a lo que se es muy proclive en este país cuando de humor se trata.
Quiero felicitar desde aquí al personal del area de cultura municipal: mantener durante 39 años unas jornadas de teatro y traer obras (Cinco horas con Mario, con Natalia Millán o Juicio a una zorra con Carmen Machi, este año) y/o compañías (Corsario teatro o Ron Lalá en esta edición) unas más conocidas que otras, pero todas de gran calidad, es realmente difícil y merece reconocimiento.
( Esta entrada está escrita en mi condición de aficionada al teatro y motu proprio)
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