lunes, 7 de febrero de 2011

Los arquitectos municipales: apuntes

Este artículo fue publicado en el Porfolio de Festejos de Santiago de 2006. En ese momento se lo dediqué a un compañero fallecido que tuvo mucho que ver en mi afición por la arquitectura y en que aprendiera a conocer y querer al concejo langreano. Por eso, mantengo la dedicatoria. (Debido a la extensión del mismo, lo iré publicando en partes, alternándolo con otras entradas)


Dedicado a (Antonio Ramón) Felgueroso,
al que sigo echando de menos

Supongo que a estas alturas, mis lectores –espero tenerlos- habrán deducido mi interés por la historia de Langreo. Un tema que me atrae especialmente es el estudio de la arquitectura a través de la figura de los arquitectos municipales; en ello tuvieron mucho que ver, además del propio trabajo y las charlas con investigadores, las conversaciones con Felgueroso.
Recuerdo su respuesta a mi comentario sobre este proyecto. Según él, este trabajo ya lo había hecho Aladino. Efectivamente, Aladino Fernández hizo un estudio magnífico sobre la evolución y desarrollo urbano de Langreo ; prueba de ello es que, a pesar del tiempo transcurrido, sigue siendo una obra de consulta obligada. Pero creo, lo mismo que creía entonces, que el enfoque en uno y otro caso serían diferentes.
A medida que recopilaba notas e informaciones sobre esta materia, fue tomando forma en mi mente el esquema que ahora trato de plasmar en este artículo. No es el fruto de una lenta reflexión sino de una primera impresión y he preferido mantenerlo así. Tras esta declaración de intenciones, entremos en materia.


Aunque el título alude a LOS ARQUITECTOS MUNICIPALES DE LANGREO el trabajo finaliza en 1975, año del fallecimiento de Julio Galán. ¿Por qué establezco ahí el límite? En primer lugar, porque con él desapareció una forma de desempeñar y entender el cargo de arquitecto municipal. Por otro lado, el cambio político español trajo consigo la promulgación de nuevas leyes de Régimen Local y Función Pública

Desde mi punto de vista, para hacer este estudio debe tenerse también en cuenta a aquellos arquitectos del periodo de entre siglos que llevaron a cabo obras importantes en el concejo; y es imprescindible mencionar a Antonio María Dorado. Con todo ello, vemos que nuestra investigación abarca 101 años: desde 1874 hasta 1975.

El alcalde Dorado
Mi acercamiento a la figura de Antonio María Dorado se produjo a través del libro de Aladino Fernández . Tanto en ésta como en otras obras del mismo autor, se trasluce la admiración que siente hacia el alcalde. La lectura de Caciquismo, lucha localista y revolución en el Langreo contemporáneo, un libro de Francisco Palacios , presentaba una visión de Antonio María Dorado completamente opuesta. Durante mucho tiempo me llamó la atención la visión tan divergente de uno y otro respecto a la misma figura.

La preparación de un artículo sobre el edificio consistorial supuso mi primera “cita” con Dorado; tras ella, hubo otros encuentros que junto con la lectura de algunos libros sobre historia de la arquitectura hicieron que entendiera y compartiera la admiración de Aladino Fernández por este alcalde “urbanista”.

Valoraciones políticas aparte- que no me interesan, al menos en este momento- creo que Antonio María Dorado tuvo una visión muy clara y adelantada respecto al urbanismo y el diseño de las ciudades y porfió por aplicarlo en Langreo. Prueba de ello la tenemos en su empeño, conseguido tras arduas discusiones, en que el nuevo ayuntamiento se erigiese en la Plaza del Bornero en lugar de reedificar en el antiguo solar . Respecto a quienes le acusen “de barrer para casa”, opino que pretendía embellecer a la capital del concejo, considerando que dichas actuaciones redundarían también en el concejo y la imagen que este proyectase al exterior. ¡Pero dejemos a Dorado!


4 comentarios:

Amando Carabias dijo...

Uhm... Esto tiene muy buena pinta. Espero no perderme ninguna entrada.

l'archivadora dijo...

Amando, es asombroso como hay cosas que no cambian. Las relaciones entre los arquitectos (urbanistas en general) y el poder. En este caso (y aquella época, las grandes empresas minero siderúrgicas).

Respecto al artículo en sí, aunque escribí exactamente lo que quería no me satisfizo el resultado. Algo que supongo nos pasa a veces a todos -escribamos poesía, novela o ensayo..

Anónimo dijo...

Creo que la mejor manera de conocer la historia de una ciudad es observar cómo han ido evolucionando sus construcciones. Y los arquitectos municipales tienen en sus manos las decisiones más importantes (o al menos parte de ellas) en cuanto a esa evolución.

Me parece un análisis muy interesante y valioso.

Ismael

l'archivadora dijo...

Ismael, también pienso que si nos fijamos en los distintos tipos de edificios y construcciones en general de una ciudad podemos comprender la evolución y la historia de la misma.
A mí el tema me resulta realmente interesante; otra cosa es que sea capaz de profundizar en él y aportar algo que merezca la pena o me quede en lo superficial y anecdótico.
Otro día dedicaré una entrada a como los tipos arquitectónicos están muy relacionados con los distintos momentos de la sociedad y en función de su evolución van desapareciendo unos y surgiendo otros.